viernes, 13 de diciembre de 2019

El mundo es eso.


El mundo es ese pañuelo
que me gusta
ese 'no sabes dónde estoy'
que se te presenta
justo cuando más lo necesitas,
justo cuando lo estabas llamando a gritos.

El mundo es ese abrazo,
repetido hasta el aburrimiento,
por el que a veces
harías malabares
para recibir.

Pero es también ese
'espérame, que llego',
ese 'te estaba esperando',
ese 'te habría esperado aún más'
y ese 'te esperaré si así me lo pides'.

Imagino que el mundo es eso,
estar presente, alerta y dispuesto.

Tener siempre los brazos abiertos 
porque nunca sabes
quién
cuándo
y dónde
te está(n) esperando.


 


Gracias por leerme.

@globitto - Pilar Rodríguez

first draft 10-11-2019
final version 13-12-2019
Cardiff, Gales

miércoles, 16 de enero de 2019

Elijamos-nos



Cada día, y día tras día, elegimos, por el simple hecho de estar vivos, si estar aquí o estar allí. 

Elegimos cada mañana dejar sonar el despertador cinco minutos más o levantarnos de un bote – aunque de esto último no soy plenamente consciente de mi elección.

Elegimos ducharnos – por el lujo de poder – bien temprano o ya al final del día, bien en silencio o con el reproductor de música encendido. 

Elegimos alimentarnos con comida local y saludable – depende de dónde estemos esto puede ser un poco trampa… -  o  simplemente comida, cualquieraquesea, por el mero hecho de algo que llevarse a la boca. 

Elegimos vestir ropa de algodón y cómoda, o ropa de esas que te dejan marcas en la piel. Y no hablemos de sujetadores de catálogos de revistas de (no) moda. Eso no. Eso lo eligen por nosotras hasta que decimos basta.

Elegimos, no sé, ir a cafeterías de moda, con café de especialidad de Etiopía, Vietnam o Colombia o a cafeterías con sillas de plástico desgastado por el sol – Inserte sol para este último supuesto.  

Elegimos trabajar para grandes multinacionales y regresar a casa en bici para calmar nuestra frustración o trabajar con un fin más social, ambiental o personal. 

Elegimos ser madres/padres con derecho a toda una vida llena de quejas y felicitaciones o, en el mejor de los casos, elegimos cuidar a nuestra mascota como el mayor logro de nuestra vida.

Elegimos no abrir un libro en meses o leer todo lo que caiga en nuestras manos. En tal caso, elegimos aventuras, biografías, poesía, viajes. Elegimos perdernos con los personajes, desmontarlos o ser íntimos amigos de ellos.

Elegimos transporte público o gritar y tocar el claxon al volante – si puedes – e inmediatamente subir el volumen de la radio y hacer como si nada mientras miras por el retrovisor.

Elegimos qué deporte – si es que sí – practicar según la estación del año. Yo nunca elijo esquiar, por si acaso me vuelvo a dejar la nariz en la nieve. Que solo tenemos una. 

Elegimos sonreír con la mirada, pedir perdón, dar las gracias, pararte a ayudar a los más necesitados o fingir tener tanta prisa como si mañana ya no existiéramos y no hubiera tiempo para calmar y agradecer a los demás. 

Elegimos ver belleza en acciones cotidianas y lugares sencillos como tu propia casa o el mercado callejero de tu barrio o esperar a que la belleza aparezca de la nada.

Elegimos tener vacaciones – y en tal caso, pasarlas cuidando a nuestros familiares o cruzarte el globo terráqueo en vuelos de mala muerte para ver los tejados de Nueva York como en aquellas películas extremadamente caras.

Elegimos TANTO a diario, que no deberíamos ser fruto de una simple casualidad. No nos conocimos por casualidad. Nos conocimos porque así lo elegimos. De una manera u otra.

Y, por supuesto, yo elegí escribir todo esto desde esa cafetería de moda de la ciudad y tú elegiste leerlo.

¿Casualidad?

Piensa lo que quieras. Pero no te creas nada de que lo que te acabo de contar. Cuestióna(te)lo todo.

Y gracias por leerme.

@globitto - Pilar Rodríguez

miércoles, 30 de agosto de 2017

Lo que nos hace diferentes

Nada.
No debe haber nada que nos haga diferentes
A ti y a mí
Ambos con un pasado, un ahora y un mañana 
Ambos expuestos a lo que la vida nos vaya ofreciendo 
O lo que nosotros le ofrecemos a ella, quién sabe

Ambos en el mismo trozo de tierra, tal vez por casualidad
Ambos en el mismo momento
Y sin embargo
Yo era arena por dentro
Ud no más que puro hierro
Escupiendo palabras, intentando formular su speech ya aprendido
Mirando al suelo, mientras yo buscaba sus ojos 
Con esperanza
Sin entender qué es lo que nos diferencia...

Sin entender 
que los uniformes son solo pedazos de tela
Y los logos y banderas apenas representaciones
Ilusiones ópticas 
Que jamás deberían eximir de mirar a los ojos 
A quienquierequesea que tenga Ud delante.


domingo, 2 de octubre de 2016

Ve

Ve,
Ve allí donde no haya dolor
más que el inevitable

Donde las flores brillen todos los días del año
Donde cada paso que des te acerque a ti

Ve donde sueñes,
despierto
Donde encuentres tu olor favorito
O donde los niños aún sangren como antaño

Ve, donde seas más, no menos
Donde los mañanas traigan esperanza
Y los ayer ya estén curados

Ve allá donde no sientas frío
Aunque haga

Y luego 
vuelve

lunes, 13 de junio de 2016

Qué tonta...

Me miro y me ves
me veo y te veo
te miras y te veo
te ves y me veo.
Pero a veces no.

A veces no miras
porque no crees,
pero te miran
cuando ni siquiera tú,
y entonces sí.

Entonces crees.

Qué tonta...

domingo, 17 de abril de 2016

El día de mañana

Cuando recuerde el sol achicharrándome la cara, o acariciándomela,
el olor a hierbabuena silvestre y azahar
o la gasolina gastada en cada kilómetro
que no me llevaba a mí

Cuando en el espejo sólo vea cicatrices
de lo que un día fue, fui
y sonría al saberme feliz (o no)

Cuando valga más por los libros releídos
que por los que queden por leer
o cuando el horizonte esté
donde yo quiera que mire

Cuando el camino se torne menos inhóspito
y mi mochila grite que no pare
que todo cuenta
y todo suma

Cuando no pesen mis miedos, ni mis fracasos,
y pueda responder sí a tantos noes que un día fueron,
cuando sólo haya primavera
y el viento sople en mi dirección

Cuando el destino no sea preocupación
y el mar me devuelva su olor
cada vez que lo necesite

Entonces diré que el mañana que soñé es hoy,
y todo fue por el ayer.

jueves, 24 de marzo de 2016

Lo que nunca sabré de la vida

No reír en el peor momento posible
No bailar si suenan timbales
No derramar café en tazas ajenas
O soplar velas
[Nunca sabré soplar velas]
Ni hacer muñecos de nieve redonditos

Tampoco aprendí a hacer maletas, sin despedirme
Ni a deshacerlas, sin suspirar
Nunca supe cómo mirar a quién no mira,
por estar demasiado ocupado,
ni a quien rechaza tus Gracias
cuando es todo lo que tienes

No sé sanar con las palabras adecuadas,
ni marchar por la puerta de adelante
sin ausentarme

No leer a Coelho sin sentir
que nunca sabré casi nada,
apenas un poco
de nada.